viernes, noviembre 18, 2005

Ideas fijas

En los pies:
Amnesia literal ( literaria y musa)
no es el tiempo el que pendula
el "tic-tac" me suena en las suelas.
Es imposible correr estas maratones.

En los oídos:
Silencio de sordos
sin develar misterios.
Pronunciar sin sonreir,
frunciendo el seño,
señando el pago de esta deuda incalculable.

No. Nadie.

En el inconciente:
No nos sorprendemos;
las otras yo descansan
a pata tendida.
Sueñan haberme advertido.
Las miro. Respiro... (me alivia).
Ya sé que algunas cosas no se aprenden.

Doy cuerda.

En la birome:
Hay un dueño en la calle de mi trabajo:
va, de esquina a esquina,
vaticina padeceres.
Piensa que entiendo si sonrío.
-hago que crea que entiendo-.
( Hay explicaciones homicidas)
Revuelvo una caja de zapatos;
antes supe de este déficit de hojas.
En el nombre de ella.

Amén.

En los ojos:
Largas vistas.
Del paraíso al escenario
ya no hay veinte pesos de distancia.
La butaca en la primera fila,
mis pies en remojo
y el agua que temblaba.

1 comentario:

Ésta que soy dijo...

73

"Sí, pero quién nos curará del fuego sordo, del fuego sin color que corre al anochecer por la rue de la Huchette, (... ), del fuego sin imagen que lame las piedras y acecha en los vanos de las puertas, cómo haremos para lavarnos de su quemadura dulce que prosigue, que se aposenta para durar aliada al tiempo y al recuerdo, a las sustancias pegajosas que nos retienen de este lado, y que nos arderá dulcemente hasta calcinamos. (...) Ardiendo así sin tregua, soportando la quemadura central que avanza como la madurez paulatina en el fruto, ser el pulso de una hoguera en esta maraña de piedra interminable, caminar por las noches de nuestra vida con la obediencia de la sangre en su circuito ciego..."


Diría Julio...